lunes, 27 de mayo de 2013

La Última Noche (2002), de Spike Lee


"Enfrentemos nuestros pecados." 
Parece decir Monty Brogan, ese sensacional Edward Norton, en sus últimas horas antes de la cárcel, un mundo que no entiende ni quiere conocer. 
Lo que a primera vista puede parecer una manera ejemplar de aceptar las consecuencias de tus actos, pronto se revela pura fachada: Monty llora y patalea, tras esa coraza de hombre hecho a si mismo se encierra un chiquillo asustado. 
Un niño que va a perder sus juguetes y se ha dado cuenta demasiado tarde de lo que significa estar en un mundo de adultos.
'La Última Noche' es la historia de una pérdida de inocencia. 
Pero no de la típica que asalta entre el mundo infantil y la madurez, sino la propia que más tarde o más temprano nos sobreviene a todos en forma de puñaladas traperas. Cuanto más crees tener estabilizada tu vida, más fácil es que te den el hachazo y te obliguen a dejarla atrás. 
El precio a pagar por Monty es simple, es el de su propia estupidez, solo que esta vez no está detrás la mano buena de un padre o un amigo que te saque del apuro. Esta vez, has mosqueado al Sistema, con mayúsculas, y debes pagar.
Resulta paradójico que Spike Lee nos hable de ese Sistema, sin mostrar más de lo necesario, a través de una de las mayores pérdidas de inocencia de la historia de la Humanidadla Caída de las Torres de Nueva York. 
Como si después de eso ya no existiera indulto posible, Lee nos presenta una sociedad multirracial que se devora a si misma desde dentro, sin posibilidad de confíar los unos en los otros y con más odio en vena del necesario. 
¿Pagan justos por pecadores? No, porque ni Monty es justo ni sus carceleros pecadores. Solo son gente corriente, normal y cabreada de no poder ser (tener) más de lo que le prometieron.


Vemos a Monty pasar por todas las etapas de su vida: no hay un orden concreto, todas son importantes, significaron algo y dejaron su huella en el hombre que fue ayer, que le dejarán ser mañana. 
Sus amigos, su novia, su padre... todos ellos con sus propios problemas, pero con tiempo para dar un último adiós a alguien que con el tiempo, y pese a todo, habían llegado a considerar alguien cercano en este ambiente de desconfianza. 
Me parece especialmente significativo que Lee escoja a sus personajes cuidadosamente para que veamos el mapa completo: el amigo profesor respetable con desvelos por adolescentes, el tipo exitoso en bolsa materialista porque el mundo le ha hecho así, la novia que supo agarrar una buena oportunidad (¿en verdad es amor o conveniencia?) y el padre inmigrante que ha construido su pequeña "sucursal" de recuerdos neoyorquina.
Solo son esas personas las que apoyan a Monty, porque en el resto del mundo se ha quedado solo, vemos como le echan de casi todos los sitios donde él podía ir libremente, has crecido, se te ha pasado la oportunidad, tu vida pasada no le interesó a nadie más que a ti. 
Como un Ulises sin Ítaca a la que volver, Monty deambula por Nueva York sin saber qué hacer, son tantas las cosas que quiere hacer antes de que le encierren que al final solo puede tratar de recomponer las piezas que lo han hecho posible.


Pero no es mal tipo. 
Hábilmente, la película tiene como prólogo una escena bastante significativa del pasado: Monty rescatando a Doyle, su colega perruno, de una muerte poco memorable. 
Como si se tratara de él en el momento presente, Doyle, un simple perro, trataba de aferrarse a una vida que se le escapaba. Monty le rescató y así le pudo decir años más tarde "Hey, todo esto, todos los momentos juntos, podrían no haber pasado si no hubiera hecho lo correcto aquella noche". 


Años más tarde, vemos otro de esos instantes que lo cambian todo, en la vida de Monty, y la gran diferencia es que aquí nadie le tenderá una mano. Temor absoluto en la certeza de saber que años más tarde nadie te dirá que todos esos momentos podrían no haber pasado.
'La Última Noche' acaba siendo así una crónica sobre una tragedia: un hombre que espera una redención en una ciudad demasiado egoísta para dársela. 
Jódete tú, Monty. Jódete tú.

Nota: 8 / 10

No hay comentarios:

Publicar un comentario