"Pacific Rim' es potencia.
Potencia derivada de sus planteamientos, pero también de su director Guillermo del Toro, del que se nota que ha hecho lo que quiere hacer, pero (y aquí lo importante) sabiendo cómo hacerlo. Es la clase de film que conoce lo increíble de su trama y ante eso escoge la salida más comprometida, que es currarse a base de bien los personajes para que cuando veamos un robot gigantesco también veamos dos personas en su interior. Y si algo no se le puede negar a esta película es la importancia de su factor humano: importa cada simple personaje que aparece en pantalla. Del Toro se curra cada uno de ellos con corazón (una palabra muy importante aquí) y evita reducirles al mínimo común escenografía.
Raleigh Beckett y Mako Mori son las estrellas aquí, dos almas con heridas pasadas que se unen, vuelven y se levantan para una última batalla. Su pilar base es simple: la unión hace la fuerza, mantra que se extiende a toda la historia.