Cada nueva
adaptación de un clásico debe (o debería) volver a recordarnos por qué nos
sentimos fascinados por él, y desenterrar otra capa más de su aura mítica.
Despellejar la carne hasta que solo quede el hueso, buscar incansablemente a través de nuevos medios con el único propósito de formular las mismas preguntas, y ver si somos capaces de responderlas de manera diferente.
Despellejar la carne hasta que solo quede el hueso, buscar incansablemente a través de nuevos medios con el único propósito de formular las mismas preguntas, y ver si somos capaces de responderlas de manera diferente.
'El Fantasma del Paraíso' es una mezcla de esas historias prometeicas,
que da luz a toda una nueva visión sobre estos clásicos. 'Fausto', 'El Fantasma
de la Ópera', 'El Retrato de Dorian Grey' y 'Frankenstein' se dan cita en los
fotogramas de esta arriesgada apuesta, reconstruyendo un nuevo mito a través de
piezas de estos referentes. Y encima añadiendo como telón de fondo la escena
musical rock de los 70.
Si algo tienen en común todas estas obras es la consumación de la máxima belleza a través de la corrupción de la misma: en todas ellas, lo amoroso se vuelve doloroso, y toda lucha es una obsesión febril contra la propia destrucción.
Si algo tienen en común todas estas obras es la consumación de la máxima belleza a través de la corrupción de la misma: en todas ellas, lo amoroso se vuelve doloroso, y toda lucha es una obsesión febril contra la propia destrucción.