jueves, 30 de enero de 2014

Nymphomaniac. Volumen II (2013), de Lars Von Trier


Extraña conclusión esta segunda parte de 'Nymphomaniac'. 
La lógica de distribución ha partido una película destinada a verse en 5 horas de un tirón, y sin embargo tengo la sensación ahora de que ambas partes, aun formando parte de un todo, poseen su propia identidad en la historia de Joe. 
Si la primera parte era una especie de raro cuento, de gusto artístico e imágenes "románticas"... esta segunda parte es caos y dolor. Ruido y furia.
Von Trier bordea el ridículo con la experiencia religiosa del principio, pero si has captado el mensaje de que esto es un gran "que te den" al mundo no hay de que preocuparse. 
Joe se convierte en una mártir, en una representante de una condición poco habitual: ninfómana, que no adicta al sexo. Es importante establecer de donde venimos para saber adónde vamos, y ese inicio marcará a Joe en su camino. 
En la primera parte Joe quería alcanzar la perfección, y lo hizo, pero a un alto precio, y como a las mártires le espera un camino de martirio para volver a alcanzar el cielo. La historia de la privilegiada que abusó de su condición, con sus propias santas guías que le marcaron el camino de niña.

martes, 28 de enero de 2014

El Lobo de Wall Street (2013), de Martin Scorsese


Que nos creemos que nuestra sociedad está levantada por grandes personalidades. 
Por tipos rectos, de alta barbilla, que tienen unos valores de hierro y unas creencias que su mano privilegiada pone a nuestro alcance, oh simples mortales. Que si ocupan grandes cargos y suntuosos despachos en altos rascacielos es porque se los han ganado. 
Scorsese va al baño de realidad: esos tipos... son gilipollas. Gilipollas, con mayúsculas. Tanto como tú y como yo. Y si llegaron ahí, fue porque en un momento determinado vieron como sacar partido de la gilipollez que les rodeaba.
No hay prisa por venderte esta idea. Porque al igual que un buen broker, Scorsese solo te va a mostras, y tú decides. 
Si digo que 'El Lobo de Wall Street' contiene algunas de las mejores escenas de juerga que se han visto nunca, comprendo que no se crea. Si además digo que, en esas escenas, aparecen todo tipo de salvajadas, tíos y tías completamente desnud@s y hasta monos, también lo comprendo. Pero es que Scorsese ha pisado el acelerador y gasta la energía de un titán: en su cámara, tanto muestrario de gilipollez humana nunca ha resultado tan chiflada. 
En todas las escenas en que otras películas girarían el plano, la sugerencia aquí no es virtud, esos gilipollas tienen que ser retratados en su propio entorno, y tú participas.

viernes, 17 de enero de 2014

The Grandmaster (2013), de Wong Kar-Wai


En un momento determinado, a mitad del camino de la vida que se podría decir, Ip Man menciona que ha sido espectador de algo, de la ópera de la vida. 
Tras ver melancólicos decorados nevados, agresivas lluvias a contraluz y bellas coreografías como luchas a nadie le puede quedar ninguna duda: sí, esto es una ópera. Y como tal, no solo es bella, sino también terriblemente trágica.
La historia de dos grandes maestros (ese plural que se ha ignorado en el título internacional), cada uno asolado por los demonios de la sociedad japonesa y los suyos propios, cada uno valiéndose de sus propios métodos al respecto. 
Avanzar sin dejar de mirar atrás, o romper hacia delante sin que nada te detenga. Una elección de disciplina que ninguno de ellos llegará a suponer que es también de vida.

jueves, 16 de enero de 2014

A Propósito de Llewyn Davis (2013), de Joel y Ethan Coen


Ha querido la casualidad que, por lo menos en España, esta película nos haya llegado en Enero. Así, como quien no quiere la cosa, me puedo meter un poco más en la piel de este Llewyn Davis (que al fin y al cabo, es lo que el 'Inside' del título original me sugiere). 
No podría haberme ido a este Nueva York frío y sesentero en plenas fiestas navideñas, todo candor y felicidad. Pero si en un Enero, resaca de año, lunes de los meses, en el que la incertidumbre del nuevo año se suma a un rayito de esperanza muy tenue.
Pero, fechas de estreno aparte, lo que en cualquier época del año me llegaría de 'A Propósito de Llewyn Davis' sería ese enorme costumbrismo que ya poco estamos acostumbrados a ver. 
Una gran cantidad de películas buscan la épica en el sacrificio, el decirte que, vaya, estás jodido, pero eso está genial. La historia de Llewyn no, es sincera: estás jodido, pobre de ti. Y aun más, ¿quién no lo está?

miércoles, 15 de enero de 2014

Mary Poppins (1964), de Robert Stevenson


La niñera que nos enseñó el mundo de los adultos, esa era Mary. 
Pero también la que devolvió al peor adulto de todos al mundo de los niños.
Entendiendo ser adulto como la falta absoluta de diversión, el vivir para trabajar y dejar la ilusión para otro día, que escasea. 
De esos probablemente hayamos conocido miles, y aunque 'Mary Poppins' huye de ello con brocha gorda de parodia y un mucho de simpatía, la realidad no se puede negar: el subtexto que recorre esta película de los niños enfrentando a los adultos está genialmente contado para que nos haga más efecto la risa que la pena que pueda haber detrás.