martes, 26 de marzo de 2013

El Gatopardo (1973), de Luchino Visconti

La aristocracia se sume en el más profundo olvido, aferrándose como pueden a los últimos restos de un naufragio que todo el mundo veía venir, pero todo el mundo se resistía a verlo. 
O quizás no toda la aristocracia, no, solo un hombre, un hombre que lleva el porte del león en su pecho y la mirada rebosante de orgullo bajo sus cejas, pero que no puede evitar ver caer, una tras otra, sus ilusiones y sueños de futuro.
'El Gatopardo' es la crónica de un desencanto. Muchos dicen que es muy lenta y muy larga, pero el no tener nada ni ganas de conseguir algo es lo que tienen: se van colando poco a poco en la vida, hasta que un día te das cuenta de como se puede vivir con tanto teniendo tan poco. 
Eso es lo que ocurre con la corte de Fabrizio, Príncipe de Salina, majestuoso Burt Lancaster, acosada por las hienas que son la baja nobleza tratando de escalar sus puestos, pero el principal problema esta en que tiene y debe ser así, los tiempos cambian, las personas con ellos. 
La gran nobleza, aquella que explotaba a su pueblo para vivir plácidamente en sus residencias-fortalezas se extingue, queda inútil frente a los aires de la revolución, como viejas estatuas con polvo que todo el mundo olvidará.

sábado, 16 de marzo de 2013

Anna Karenina (2012), de Joe Wright


En el escenario se representa una obra, que nadie verá y nunca se estrenará. 
La obra de la vida, que nunca se detiene y siempre tiene a las personas en el centro tratando de comprenderse a si mismas.
'Anna Karenina' es forma y fondo: la forma realza el fondo de manera inaudita, y el fondo se cuela y rezuma a través de las tablas de la forma. Las dos alcanzan la comunión perfecta en este experimento de Joe Wright, enamorado de la tramoya y sus trucos. 
El escenario es un palacio, desde donde bajamos al patio de butacas en la calle que pasa a ser una oficina cuando nos damos la vuelta. La Rusia Imperial recreada en un teatro ajado, que parece artificio pero (o quizás a causa de) también es realidad.

martes, 12 de marzo de 2013

Antiviral (2012), de Brandon Cronenberg


La enfermedad de la carne sigue siendo el tema en la familia Cronenberg. 
No la carne en general, pero sí como la moldeamos, como la usamos, como la sufrimos... como nuestra existencia en este mundo está marcada por el dolor y su interacción con nosotros.
En un futuro no muy lejano y menos improbable, existen clínicas que almacenan las células enfermas de las celebridades para que el admirador pueda sufrirlas. 
Esto, que alguien tildaría de enfermizo pero no está lejos de pasar, es la base para establecer una sutil crítica sobre la esclavitud a la que nos sometemos por los famosos. No nos basta con dedicarles nuestra alma, también queremos dedicarles nuestro cuerpo.

domingo, 10 de marzo de 2013

Wolf Children (2012), de Mamoru Hosoda


Como la vida, que simplemente, sucede. 
Una voz de mujer nos cuenta el relato de su infancia poco usual, y la persona, que aun sabiendo nada sobre su condición, en todo momento ofreció su apoyo y su calidez, sin tener idea de las dificultades que traerá el mañana. 
'Wolf Children' se convierte así en un bellísimo réquiem sobre una madre en particular, pero también sobre la confusión que arrastramos todos, sobre quiénes somos y donde estamos.
La licantropía es la condición especial, pero no es algo fantástico, porque lo que sucede se cuela por las rendijas de la realidad sin provocar incredulidad. Parece más otra piedra en el camino, otra pequeña dificultad del día a día. 
Un impedimento que sin embargo no evita que una historia de amor suceda, la belleza puede florecer en el lugar más insospechado y en el terreno más árido.

viernes, 8 de marzo de 2013

Oz: Un Mundo de Fantasía (2013), de Sam Raimi


No puede haber dos películas más iguales en forma y más distintas temáticamente que la primera Oz y su precuela. 
'El Mago de Oz' puede ser el cuento infantil que un niño querría escuchar, 'Oz: Un Mundo de Fantasía' es un relato sobre las pasiones humanas que un adulto querría conocer, las cuales acabarían dando lugar a ese mundo fantástico.
La historia comienza con Oscar 'Oz' Diggs, un mago charlatán y timador, itinerante de un pueblo de Kansas, que posee un espectáculo algo cutrón pero efectivo. Es genial que lo presenten como alguien a quien su caradurismo ha proporcionado una buena vida, pero también le ha acabado alejando en realidad de muchas cosas, quizá las más esenciales (ojo a un cameíllo) y también le mete en problemas serios muchas veces (ojo al momento con la niña). 
Raimi utiliza el inicio en blanco y negro del original como una excusa en esta, para dar un pequeño vistazo, lejos de artificios, del corazón de esta película: un hombre que no quiere conformarse ante la mediocridad imperante, aunque él mismo sea parte de ella. 
Además, el director se muestra enamorado por las formas primigenias de entretenimiento, como ese espectáculo de magia que parece que nos hace al público en 3D o los créditos "retro" muy agradecidos.

sábado, 2 de marzo de 2013

Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas (2013), de Tommy Wirkola


Un gigantesco "a veces sí, a veces no". 
La película es fantástica en el momento en que decide apostar por su vertiente más desenfadada y da lo que promete su premisa. Pero entonces no sé por qué va a más donde no puede.
A lo que me refiero es que algo llamado con este título alcanza, como no, las mayores cotas de grandeza cuando se toma a si mismo poco en serio y sin prejuicios de ningún tipo, el poderío que demuestran los dos hermanos con sus armas de última generación reventando cabezas a brujas van por esa línea totalmente. 
Pero luego hay extraños intentos de... glup... "profundidad". ¿Aquí? ¿en serio? 
No es el momento ni el lugar para colarme romances que no vienen a cuento, o pasado conflictivo de los críos, sobre todo si les dan más seriedad de la que merecen.

viernes, 1 de marzo de 2013

Malas Tierras (1973), de Terrence Malick


Al final, el misterio del título permanece. 
¿Malas tierras para la alegría, los sueños y el incorformismo? ¿O simplemente territorios que presumiendo de permisivos no lo son en absoluto?
Dos jóvenes, que a su edad ya tienen vidas delimitadas, motas de polvo en el inmenso desierto americano, esperando quizás a morir solos con la tarta de boda en la nevera. 
Uno, James Dean de saldo con facilidad para el gatillo, la otra, jovencita poco avispada soñando con su príncipe azul. Hay mucho de estupidez y de inmadurez en su huida hacia ninguna parte, pero también hay una búsqueda: trascender, huir de si mismos y su apatía.