lunes, 22 de julio de 2013

Expediente Warren: The Conjuring (2013), de James Wan


James Wan, ese perro viejo del género.
No es que sea un genio componiendo planos o escenas, pero es lo suficientemente inteligente como para resolverlas bien y (sorpresa) hacer que todo tenga cierta cohesión.
Tampoco es demasiado, pero basta para facturar una película de terror con cierto sabor añejo y buenas ideas.

Ante todo, la calma: donde otros guiones menos pensados hubieran optado por presentar a los protagonistas, los Warren, unos milimétricos Patrick Wilson y Vera Farmiga, como una pareja de raros, aquí son todo lo contrario, un matrimonio felizmente rutinario que solo tienen un 'hobby' inusual.
En estos dos reside el secreto de la cinta, que mima a sus personajes como nadie y se cuida mucho de que queden distanciados del habitual festejo de secundarios que aparecen para decir dos frases. Resulta que la madre recibidora del maleficio no solo aparece como elemento circunstancial, sino que en dos minutos establece un nexo sentimental con Lorraine Warren para que te quede claro que, sí, también la familia acosada tiene cosas que perder.




Con apenas pequeños detalles para establecer nexos como estos, la película va poco a poco intercalando escenas para cada pequeña subtrama a la vez que no deja de lado que hemos venido a asustarnos.
Si ya encima en cada susto me subes las apuestas respecto a cada personaje no se puede pedir más. Trabajo redondo, sr. Wan.
Lo mejor es que cada susto de la película se nota pensado y re-pensado para que verdaderamente no te lo veas venir. Fuera altos de volumen de repente, bienvenidos sean los súbitos cambios de planificación para descubrir algo que no habías visto.


Hilando fino además, hay que destacar que 'The Conjuring' en este sentido es notablemente clásica: apuesta por una atmósfera de enrarecimiento y tensión antes que cualquier golpe de efecto. La película va atrapando, bien con gloriosos elementos escénicos (la puta muñeca) bien con sustos de escalofrío, que no salto (jamás una simple descripción de una niña llorosa os va a acojonar tanto).
Con todo, queda una película que, lejos de sus presuntas limitaciones, aprovecha cada pequeña oportunidad que tiene para sacar la cabeza.
Buena ambientación, buenos actores y un enfoque rompedor para el género, con un ojo en las habituales casas encantadas y otro en el terror más moderno y visceral.


Es poco más que eso, por desgracia, porque verdaderamente no se atreve a meter al público en su propia mitología a riesgo de resultar demasiado rara (cosa que por otro lado traicionaría la notable perspectiva humana de la cinta).
Pero si el único pecado de 'The Conjuring' es resultar poco ambiciosa, lo compensa con abundante artesanía y respeto.

Nota: 7 / 10

No hay comentarios:

Publicar un comentario